EL VALIDO QUE BALABA

La Reina, de madrugada

hallábase en el balcón
abatida.

Las estrellas observaba

pensando , con la razón
afligida

En esto que unos balidos
se oyeron, como de cabra
agitada

“Mi reina, soy su valido.

Lo que oís es mi palabra
ocultada”.

“No os ocultéis de mi vista

ni me asustéis con balidos
desmedidos.

Su misión es que me asista.
Seáis vos como un amigo
decidido”

“ He de cumplir con valor

haciendo válido el dicho
-que fraseo-
Que vale más el ardor
a poner en entredicho
mi deseo”

“Explicad lo del balar

pues quien bala ya se sabe
que el bocado
cierto ha de alimentar
-a no ser que otro lo acabe-
al ganado”

“Esperaba de su alteza

que entendiese al yo balar
que las balas
cercan ya la fortaleza.
Es menester ocultar
las escalas”
 

“Decís que la guerra, acaso,

con mi fortuna avalada,
perderemos ?

Que el valor ha sido escaso
por parte de la soldada ?

Que abdiquemos ?”

“Inválido yo me siento

en mi afán de aconsejar,
Reina mía.

Revalido que su asiento
esta ha punto de dejar
este día”
 

“Un inválido valido

no vale para velar
por mi trono.

Mi corazón dolorido

no ha de dejar de luchar
con encono”

“Mi valerosa señora,

no hay tiempo de vislumbrar
la victoria.

Vaticino que es la hora.

Ya no es visible aspirar
a la gloria”

“Acierto a ver que un valido

bala sin dejarse ver
por bajeza

En mí el valor requerido
aviva con más poder,
la nobleza

Si la guerra está perdida
ordeno que ruede ya
la cabeza,
de aquel a quien di acogida.
De aquel que engañado ha
con vileza”
 

“Mi reina, el enemigo

paga con mejor moneda
que su alteza.
Es por ello que le pido
en esta hora, que ceda
su riqueza”

“Balando cual vil oveja

mi valido ha cometido
su traición.

Sea que quien me aconseja

proclame lo que he admitido:
Rendición.”