Como niños acudimos
a la “Feria” de la vida.Nuestros días consumimos
en atracciones vacías.
Los hay que en “La Noria” ven
una forma de ascendery sin el suelo pisar
giran, giran sin parar.
Otros, en cambio, prefieren
“La casa de los Horrores”.Para estos el día es noche
gozando mientras les hieren.
Hay quien en “Los Chiringuitos”
se atiborran de refritosbuscando en la bulimia
los poderes de la alquimia.
También los hay que disparan
aros, bolas, perdigonesesos son los que acaparan
trofeos, por sus coj...nes.
Y están los que a los cincuenta
se suben a caballitossoñando que el “Tiovivo”
a la infancia los devuelva.
Que decir de los que pagan
y en “Montaña Rusa” viajanpara que la adrenalina
les sature de endorfinas.
“Este es el Parque, señores
donde todos los coloresresultan embriagadores
Este, nuestro mundo, es
“El Circo” con sus leones,la magia... con condiciones,
que nos colma de ilusiones.”