miércoles, 5 de febrero de 2020

Chef o no Chef ... ¡esa es la cuestión!



Llegaron dos amigos a un hotel.

Al no encontrar a nadie en Recepción,
por su apetito, raudos, al salón
fueron a ver qué hallaban de comer.

El panorama era impresionante:
Viandas de todo tipo en abundancia
Menestras y potajes con sustancia.
Un sinfín de entremeses y de entrantes.

No faltaban pasteles de pescado,
chuletas, solomillos y embutidos.
Conservas, adobados, encurtidos,
rellenos, macerados y guisados.

Calmada ya la gula, se dedican
a debatir lo falso o verdadero.
Dice uno:
      -       Seguro, un relojero,
-pues la disposición así lo indica-
ha sido el creador de este banquete.

El otro le rebate:
-         No hay constancia,
Aún viendo de tu idea, la elegancia,
creo en la evolución desde lo inerte

-          Así que: las torrijas y buñuelos,
las cremas y las tartas, ¿han surgido
del cósmico rodar de sus fluidos
y no del “buen hacer” de un relojero?

-          No existe Creador. Todo ha venido
de una explosión en medio de la nada
de una materia, muy, muy condensada
que el transcurrir del tiempo ha definido.

-          Pues… creo yo que acierto si te digo
que para cocinar un buen guisado,
un capón en su jugo o un asado
hay que ser, del fogón, un buen amigo.

-        ¡Permite! Pongo en duda tu opinión.
Puedo certificar que no hemos visto
“Hacedor Relojero”. Así que insisto
que del azar, la cena, es conclusión.

Y así pasaron horas discutiendo
Si existe circunstancia o cocinero,
si fue de azar o fue de relojero,
o cómo es que el fuego sigue ardiendo.

¡En fin! el resultado del debate
es que no hay solución que dé respuesta.
Que puede ser tan digna una propuesta
como ser, ambas dos, un disparate.




Seguidores