domingo, 4 de noviembre de 2012

CRISIS


La crisis parece ser
de los lamentos el muro
como si fuera el conjuro
que nos impide crecer.
 
Admito que pionero
-en la envidia y en la queja-
he sido. Mas, considero
que hacernos alabarderos
del rey que todo maneja,
-que no es otro que el dinero-
no nos convierte en nobleza.

Crujen nuestros pies de barro
avenidas y sequías
resquebrajan los cimientos
que anclamos en los desiertos
vanos, de la economía.
¡Que empeño tan inhumano!
Basar en emolumentos
la razón de la alegría.

Tengo la preocupación
-con la inmensa mayoría-
de caer en la agonía
por mor de financiación.

¡Craso error!, pues lo importante
es perseguir la utopía
de servir de medicina
aun siendo insignificante.

El ¿Qué hacer? es la pregunta
y la respuesta: “No se”
pues no queremos ceder
de “nuestra verdad”, ninguna
... esto así, no puede ser.

Mudemos nuestros valores
pues todos somos deudores.

El futuro ha de ser nuestro
si de él somos actores
distinguiendo los factores,
aprovechando el momento.


 

 

 

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